WILL SMITH, EL NUEVO REY MIDAS |
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La faceta de Will Smith como cantante es indudablemente importante pero aún lo es más su carrera profesional como actor. En el año 1990, cuando ya era un joven rapero de cierto éxito, la cadena de televisión norteamericana NBC le contrató para protagonizar la serie” El príncipe de Bel Air”, cuyo argumento se inspiraba, en buena parte, en la vida del propio Will y reflejaba su carácter y las aventuras que vivió al trasladarse a Los Ángeles. Su éxito en la pequeña pantalla fue abrumador, convirtiéndolo en actor reclamado para importantes proyectos cinematográficos de enorme éxito y que ya son parte de su filmografía como “Dos policías rebeledes”(1995), “Independence Day”(1996), “Men in Black I”(1997) “Wild Wild West”(1998) “Enemigo público” (1998) “Men in Black II” (2002), “Yo Robot”(2004) y las recientes “Soy Leyenda”(2007) y “Hancock”(2008). Es importante recordar que Will Smith tiene dos nominaciones a los Oscar como mejor actor protagonista. La primera nominación le vino en el año 2002 y de la mano del famoso boxeador Muhammad Alí, protagonizando al mismo en el largometraje “Alí”, y la segunda nominación fue en el año 2007 como actor protagonista por su papel en el drama “En busca de la felicidad”, un filme que supuso un nuevo cambio de registro y en el que Smith aguanta sobre sus hombros todo el peso de la película. Este nuevo cambio de registro parece que ha cautivado la atención del actor, ya que ha repetido experiencia, como ha demostrado en su último largometraje recientemente estrenado “Siete Almas”, en donde encarna a un funcionario de hacienda que intenta redimir su culpa ayudando a siete personas desconocidas. Considerado como uno de los artistas más taquilleros del mundo, Will ha demostrado que guión que toca, guión que, como el famoso Rey Midas del cuento, transforma en oro o en este caso, en recaudación millonaria, y es que este chico tiene gancho. En su primer fin de semana en los cines españoles, la recaudación de su último estreno “Siete Almas” ha sido de 3 millones de euros, lo que equivale a un exitazo del que tiene mucha culpa el carisma, el buen rollo, el encanto y las toneladas de simpatía que “El Príncipe de Bel-Air” derrochó en su visita a España la semana pasada. No me extrañaría nada verle en un futuro no muy lejano protagonizando el personaje del recién estrenado presidente de Estados Unidos, Barack Obama. Y si no, al tiempo. U.C. (Yolanda Maure) |